
Me madrugás y me desvelás
y en mis desvelos te sueño,
soñándote te extraño y extraño tenerte;
y cuando te tengo...
quiero ofrecerte a Dios para que te transforme
y transformándote, transformés el mundo,
y que tomés mi mundo...
lo hagás sencillo, lleno, profundo y sustancioso.
Y que el amor no se acabe,
porque en la convicción del presente
y en la ilusión del mañana,
mi corazón está sentado;
pensandote día y noche
soñando y desvelándose...
Y...
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