miércoles, 13 de abril de 2011

Paz


Es de noche, y el silencio me colma
la necesidad de silencio, de paz me va invadiendo.
Mi corazón está como enterrado en la playa
sintiendo la rugosa textura de la arena
y dejándose, poco a poco bañar y descubrir por las olas del mar.

Por primera vez en mucho tiempo,
por primera vez, estoy soltando el pasado,
estoy soltando el futuro
y abrazándome fuerte al ahora, respiro
confío, y creo que hasta sonrío,
siento que irradio un poquito de paz.

Con todo, como oleaje suave,
un pequeño dolor irrumpe en mi corazón de cuando en cuando;
supongo que es tu ausencia, es el vacío que has dejado,
las preguntas que mi alma se pregunta.

Con todo, un dulce confiar me embalsama los miedos,
un amor sin nombres ni etiquetas apacienta las tormentas;
dentro de mí acallaré las negras tempestades
y esperaré a que Dios me regale la luz de la mañana.

No buscaré nada, no me desesperaré por nada,
sólo viviré, caminaré, respiraré,
guardaré silencio y tendré paz.

miércoles, 5 de enero de 2011

Los caminos del viento - Eduardo Galeano

Ojalá seamos dignos de tu desesperada esperanza.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.
Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.